Portada

Poemas mejor votados desde Abril 24

poema

Campanillas azules

La morada contemplase cautiva
el dulce trovar deslizado,
donde la fuente fresca de la calma
indulgente germina, como pozo de verdad.

Campanillas azules
ascendiendo en suspiros,
cobijando van sus palabras
en la dulce boca que canta.

Invisible transita el murmullo céfiro
perfilado de cepas bondadosas,
entre el espacio-tiempo
del minuto oculto;
sobre el paisaje suspendido
en toda señal de cifra exacta.

Desnudo el equipaje
el verbo bordado de sol de oro,
gobierna rítmico el origen
bajo el acorde del pulso timbal.

Lábil un torrente presente
en su luz regular, fija al cielo raso,
y graba toda imagen indulgente
como viña sublevada.

Reescrito el futuro
la armonía viene a mi pecho,
un alfabeto de paz descubre
el viaje invisible de los siglos,
señalando su triunfo.

Y en un estallido
de luciérnagas danzantes
entrego mi pecho,
en tanto las horas florecen
minuto a minuto.
ϴ

Abril 29, 2024
© 2024 La Dama Azul- Gabriela Ponce de León
Todos los derechos reservados.

poema

Ya te has muerto

Ya te has muerto y sigo aquí,
deseando tu cuerpo como si fueras la primavera,
Y yo un colibrí.
añorando tu espalda y tus labios como fuera,
yo también morí contigo, te soy sincera.
Morí aquella tarde,
cuando ya no sabía quien eras,
y se esfumó todo,
todo lo que había construido.
Un montón de viajes huecos,
de sueños ahora sin sentido,
Mis anhelos se suicidaban,
buscaban en la muerte abrigo,
se iban por un acantilado,
buscabando el camino perdido.
Alguno que los llevara lejos de ti,
lejos de este amor tan poco genuino,
Pero la tarde cayó sobre mi cuerpo,
y de nuevo te hice mi refugio,
y pernocté en tus brazos,
y tu piel fue mi cobijo.
Volví a tus besos para ver las estrellas,
con mis ojos cerrados,
dibujándote en ellas.
Ahora eres una constelación,
una simple estrella,
tu sonrisa se volvió más cínica,
más bella.
Me voy lejos de tu universo,
a mirar otras galaxias,
Para escuchar la lista de canciones que tenía para los dos,
para ese momento especial que nunca llegó,
Te abrazo fuerte en un último intento,
de que los latidos de mi corazón,
te digan lo que siento...

poema

Inmersión.

Y me sumegi.
En tus corrientes impetuosas.
En el dulce mar salado de tu cintura.
Mi cuerpo cuchillo en la boca,
Fue abriendo con cuidado la humedad ostra que albergaba redonda perla,
En dónde me mire contraído y ausente.
Rotas las cadenas del ancla donde ate mi barca,que mecida por la marea se acercaba a la playa donde la espuma y el salitre espectante lo agualdaban.

poema

Ansiedad y Depresión

Queremos estar solos, pero no sentirnos solos
Queremos un amigo, pero sin socializar
Queremos sacar todo el llanto, pero no salen las lágrimas
Queremos decir basta, pero no nos salen las palabras
Queremos ver el sol, pero solo hay oscuridad
02/05/2024

poema

TAL VEZ

TAL VEZ (Canción)

Tal vez me prometiste la luna
quizás una mirada también
así como tú o ninguna
estás acostumbrada, lo sé.

Lo sé, lo sé, lo sé
será que tú lo ves
lo sé, lo sé, lo sé
lo intento comprender.

Tal vez hacía falta deseos
quizás una caricia también
así como robarte un beso
será que estás cansada, lo sé.

Lo sé, lo sé, lo sé
será que tú lo ves
lo sé, lo sé, lo sé
que puedo yo hacer.

Miradas que repiten momentos
miradas que te buscan también.
Son parte de la magia y el tiempo
que siguen los deseos, lo sé.

Lo sé, lo sé, lo sé
lo sé, lo sé, lo sé
Ohhh... Sí lo sé

AUTHORSHIP: María Elena Lapadura
País: Argentina
Derechos Reservados

poema

MI ACOGOTADA INFANCIA

MI ACOGOTADA INFANCIA
Todavía me duele la infancia
acogotada en un cuello blanco
de un plástico durísimo.
Los rezos casi a oscuras
en un invierno polar
sin pecados que explicar a un cura
que los exigía como si pecar con ocho años fuese tan fácil.
El dolor de las rodillas
en el mes de Mayo, que se suponía
de las flores y era de todas las partes
de un rosario que no terminaba nunca
de levantarse y arrodillarse, como si sentarse
fuese un verbo inexistente.
-Padre me acuso de distraerme
en la tercera parte del rosario.
-¿En qué pensabas?
-En la película que vi el verano pasado
-¿Era pecaminosa?
-No lo sé, padre... y era cierto, no lo sabía...
Y el padre me contaba lo que era pecaminoso
aunque a mí lo que decía me sonaba raro
tan raro como el olor del confesionario
que aún hoy no se me olvida.
La peli era de Cantiflas pero al cura le dió lo mismo
y me puso otro rosario de penitencia.
Y una vez cumplida -como pude-
tuvieron que ayudarme a levantarme
se me habían dormido las piernas.
Y la infancia -esa que dicen es dulce-
me siguió doliendo por todas partes.
Me pareció muy cruel que el padre de Cristo
le pusiera en una cruz y dejase
que le hicieran tanto daño
ni me lo explicaron ni supe cómo entenderlo.
Aquellos dos internados en Vic y Masnou
hicieron que dejase de creer en un dios
que le hacía aquello a su hijo y además
se casaba con aquellas mujeres tan feas y crueles conmigo porque yo era
hija de artistas, aunque a mis padres
los hubiesen casado otro cura
de aquella rarísima iglesia que me tenía
acogotada con ocho años.

mabel escribano
d.r.
imagen: mía.

poema

Agradecida

Agradecida por todo lo que Dios me ha dado
Por el Aire
Por el Agua
Por el Sol

Agradecida por la Vida que Él me dio
Por los Días
Por los Meses
Por los Años

Agradecida por las Estaciones que llegan
y se van
Por la Primavera que cubre de colores el jardín
Por el Verano que me abraza con su calidez
Por el Otoño que me regala sus hojas
Por el Invierno que tiñe de gris el paisaje

poema

No debieron sepultarme

NO DEBIERON SEPULTARME

Absorto una vez más en el alcohol
anhelo inspiración donde los muertos reposan,
sentado a espaldas a la lápida de mi amada Kalina
atiendo silencioso, atónito tumba a tumba,
cuando los muertos lamentan
no hay lugar más valioso cual notar historias de amor
en cada tumba un susurro, un poema
flamea en lustre lunar un sepulcro
lastimado murmura sollozando versos a su amada...

“LA NOVIA ANSIOSA.”

Silencio, un beso
ansiosa mi amada, mi dama infectada en amor
ansiosa me ama y a sus pies, mi sepulcro
posa flores frescas y una lágrima especial
llora la novia en mi tumba.

Me llevaron a su lado donde llevan a enterrar
nos llevaron de la mano hasta el pórtico final
y entre lápidas dejaron, nos dejaron separar
alejando nuestros dedos al eterno sepultar.
No te apresan los besos, mi querida abismal
sepultado en la arena no alcanzo llegar,
descansa tu rostro en mi tumba
flamea amorosa, amada, querida, mi novia abisal
no tapan en tierra dejarnos de amar.

Luminosa ante la luna yaces
reposada en el lecho que nos despidió
tan hermosa como siempre haces
enterrada en sueño al sepulcro junto a mí.

En galera nos llevaron a los tronos del altar
y lo hicimos, fuimos solo por amar
encendidas las ascuas mías
bien prendidas las ascuas mías, lo hacían así la suyas.
Nos unimos al eterno en el pórtico nupcial
fue en el beso, cuando en alma más de amor lucía
cuando en beso, penetrante amor en un vals unido
reunidas dos almas, la suya y la mía
suavemente de aquel baile, no di cuenta que moría.

El dolor cubre todo lo que miro
más aún es mi pena si aquí muero por amarte,
oíd a la dama y en su plenitud clamar...
“No debieron sepultarte.”

“Cuentista 2024.”