Aquí sentada estoy,
las palabras no caben en mis pensamientos,
como explico lo que siento,
con mi corazón marchito y sin aliento.

Extiendo mi mano hacia el mundo,
me dejo llevar por el viento,
como una flor voy viajando
y mi camino recorriendo.

El viento que siempre me acompaña
un día dejo de hacerlo,
me encuentro en medio de la nada
sin saber qué hacer y desilusionada.

Una tormenta obscura,
toco mi vida en el mejor momento,
ya no es lo mismo
ya no queda nada,
solo una flor marchita con miedo y callada.

Mientras vuelvo a volar
con aquel viento como compañía,
esperare paciente el momento
Para volver a empezar mi vida.

Para esas flores marchitas con miedo y en silencio,